Con sus 36 cm es un grande… y por sus hábitos y belleza, más grande.

El macho y la hembra, tienen un plumaje negro profundo con zonas blancas en la parte dorsal.

El primero, tiene la cabeza roja adornada con un copetito del mismo color y su pico es negro.

La hembra, tiene la cabeza y pico negros, en tanto su cara es roja.

Está adornada con un notorio copete negro, enrulado hacia adelante.

El Carpintero Gigante tiene un fuerte pico cónico y patas con dos dedos dirigidos hacia adelante y dos hacia atrás. La cola es muy rígida adaptada a cumplir una función de tercer apoyo, facilitándole su actividad en posición vertical sobre los troncos de los árboles, lugar en donde hace huecos en la madera o levanta cortezas en busca de su alimento: larvas e insectos.

Su vuelo es ondulante (no recto), mediante rápidos y ruidosos aleteos con los que gana altura, complementado con planeos en donde desciende; momento en que vuelve a aletear.

La dieta del Carpintero Gigante está constituida básicamente por larvas e insectos xilófagos (xilófago = comedor de madera) que consigue debajo de la corteza de árboles o en su interior mediante los mecanismos que más adelante detallaré.

Es habitante de los bosques cordilleranos desde el centro sur de la provincia de Neuquén hasta Tierra del Fuego. Dentro de este ambiente y en razón de su dieta, se lo encuentra en aquellos sectores de árboles viejos que en estado de descomposición, le proveen abundante alimento.

Para poder perforar la madera en busca de alimento el Carpintero Gigante produce golpes y en consecuencia el ruido de tal actividad.

Pero el golpeteo de los carpinteros no es exclusivamente con el fin de la alimentación, sino que también es la manera de comunicarse con sus pares como así también para delimitar territorio. Lo hace dando fuertes golpes en algún tronco hueco (a modo de tronco tambor) que retumba muy fuerte en el bosque, potenciado por el eco. Y en verdad, los que hemos tenido la experiencia de escucharlo; quedamos sorprendidos por el sonido sumamente potente.